¿Qué es la objetividad? Al salir y preguntarle a las personas sobre este concepto, uno encuentra diversas opiniones alejadas de su significado real. En su mayoría, definen la objetividad como decir la verdad, pero el simple hecho de ser sinceros no nos hace objetivos, es algo que va mucho más que ser honestos.
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), en su pagina de internet, define la objetividad como la cualidad de lo objetivo, y es ahí, precisamente, donde radica la cuestión. La objetividad está en el por qué de las cosas, en la razón de ser.
Por ejemplo, una anciana intenta cruzar la avenida pero le da miedo. Le pide ayuda a un joven valiéndose de su condición y logra cruzar la avenida. Algunos testigos de la acción, podrían opinar que la señora se ha aprovechado de su condición de anciana para tener preferencia. Otros dirán que hizo lo correcto en pedir ayuda. Unos y otros comentan, pero nadie es objetivo por el simple hecho de que nadie ha realizado la pregunta correcta. ¿Qué motivó a la señora pedir ayuda al joven? A partir de esta pregunta sí se puede realizar un análisis de la situación, porque la misma responde el por qué de la acción que al final termina siendo el objetivo.
Y es que para realizar un análisis objetivo, debemos dejar los prejuicios culturales a un lado y basarnos en el simple hecho de detectar la necesidad que generó la acción de la anciana y así poder realizar un análisis objetivo.
Muchas veces ser objetivo nos lleva a conclusiones que contradicen nuestro propio pensar. Entonces me surge la siguiente interrogante ¿Son objetivas las personas según lo que proyectan en las redes sociales? En mi humilde opinión, en la mayoría de los casos no lo son.
Las redes sociales, las personas antes de ser objetivas, están más bien cargadas de prejuicios y pretensiones. Vemos como las personas reaccionan emotivamente y no objetivamente ante ciertas problemáticas. Es un desahogo sin sentido colectivo que por un lado ayuda a la expresión del individuo pero mata la colectividad de las personas, ya que nos basamos en el análisis de lo moral, sin abundar en lo religioso, y perdemos el enfoque a lo objetivo y terminamos siendo parte de una sociedad en donde se celebra que dos personas del mismo sexo exhiban afectos sexuales frente a niños y que, al mismo tiempo, supuestamente se ve vulgar que una madre amamante a su hijo en lugares públicos.
La sociedad actual ha perdido la objetividad de las cosas, y ya no se pregunta que opinas, sino de que lado estas. Al final los poderosos, quienes controlan los recursos globales, se ríen y nos manejan a su antojo, mientras perdemos el tiempo discutiendo en las redes sociales cual tonalidad de azul es más azul, sin darnos cuenta que los muertos en ataques en una ciudad, valen más que los muertos de otra, aunque sea un escenario similar. Definitivamente, la objetividad es una carencia evidente en estas plataformas de procesamiento de datos digitales.
Buscamos un mundo puro en una sociedad virtual que destruye nuestra sociedad real.
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